#2 Cárcel de Autocompasión


por Carme Murcia

Gracias a Aina, Andrea, Leticia, Ivet, Roger, Elsa, Rafa, Dani, Toni y Annita que siempre creyeron en mí.

A los que me han acompañado a sacarme la carrera de ingeniería y me enseñaron en la vida: Lukas, César, Álvaro, Nabila, Estela, Nur, Virginia, Mar, Carla, Marc, etc.

2 – Acompáñame

Mis lágrimas son lagos entre mis pestañas.
Son ríos que atraviesan mi cara.
Acércate, no te vayas,
Acércate, entra y navega por mi mejilla hasta el principio
de mis días.
Subamos río arriba y manchemos nuestras entrañas.

Cada noche sucede,
la barca
Y el mismo semblante me acompaña.
Es un esqueleto callado, ensombrecido
Que, impasible,
me acompaña sin tocar los remos.
Y cuando se aburre,
Sonríe macabro y me cuenta un cuento.
Pero aunque él nunca se cansa,
Yo sigo remando y él nunca frena mi barca.

Tiempo después de llorarlo, ahora,
Ya me he acostumbrado a su tormento.
Tiene la piel blanca y los ojos negros,
Y sólo cuando le miro,
También me devuelve la mirada.

Remo y remo sin rumbo. Pero remo.
Cegada;
ciega, dolorida, pero no quiero quedarme quieta;
Si respiro es que todavía no estoy perdida.
El miedo será un esqueleto que me mira,
Pero me mira.
Me mira porque existo.
Y si existo no puedo darme por vencida.

15- Títere

Soy el parche.
Soy la expansión de tu poesía cuando se le acaba el amor
a tu autoestima.
Soy el ruido inherente y fuerte
Que será suficiente para tapar el silencio esos días que te
quedas sin compañía
Soy, en tu expansión, el público que tanto ansías.
Y en tus momentos de soberbia esa decepción que
escondes bajo la mesa.
Soy esa sombra tras las cortinas que, callada, no molesta.
Pero soy. Fíjate, contigo, soy.
Soy, por fin, contra pronóstico,
Tras la muralla de mi silencio,
Tras la cortina de mi pasividad,
Oscura, maldita, naufragando en el mar de mis entrañas,
Resurjo erguida construida por la proyección de tu
deseo,
El reflejo hundido y urdido de tú más soberano ego.

Contigo me rebelo al grito ahogado de ese recuerdo
muerto,
Olvidado, enterrado, abducido en una cripta con mi
intelecto.
Y lo único que me importa es
¿Qué hare con el silencio?
El silencio que queda cuando te vas.
Cuando te vas y cierras la puerta.
Y, sin contemplación, me escondes bajo la mesa porque
sabes que no habrá consecuencias.
Ese silencio cruel, que grita y atraviesa y perturba y
deshuesa.
Y, de lejos, tus risas. (…)




Algunos poemas recitados

en Exclusiva!

Si te gustaría conocer más... súmate al patreon!

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *